LOS ALCONSTANTINI DE CALATAYUD (II)

Segunda parte de la historia de la familia Alconstantini, en la que abarcamos hasta el  punto de inflexión del verano de 1492.


Para el texto de la Primera parte

Durante el S XIV se tiene noticia de miembros de la familia Alconstantini en localidades aledañas a Calatayud, como  Tarazona o Daroca, donde después de la gran matanza que se expandió desde la judería de Sevilla a la de Barcelona, pasando por Valencia, aún permanecían casi una treintena de familias y cuyo médico era Salomon Alconstanini.

A finales del S XIV,  y más al norte de lo que hoy es la comunidad de Aragón, en Huesca,  vivía  D. Todros Alconstantini, uno de los dieciséis rabinos de juderías aragonesas que colaboraron -no con intervención personal- en la Disputa de Tortosa. Esta disputa, tan famosa como la precedente en Barcelona, pasó a la historiografía  de la mano de Shlomó ben Verga, que levanto acta de la misma en su obra La Vara de Judea. Por esa obra sabemos que al final de la disputa, al igual que un gran número de judíos aragoneses, o que la mayoría de los rabinos que asistieron a la disputa, y tras discusiones familiares, Todros se convirtió al cristianismo. Del resto de los Alconstantini, Alvaro Lopez Asensio,  en “Sabiduria Judia de Calatayud y Sefarad”, sostiene que se convirtieron dos, Abraham Alconstanini -hermano de Todros- que toma el nombre de Pedro  López de S. Jorge, y el propio Todros.

Es a través de los numerosos estudios de López Asensio, así como de, Motis Dolader y Encarnación Marín Padilla que sabemos sobre los Alconstantini,  bilbilitanos que habitan de forma ininterrrumpida en Calatayud desde el S XII al XV. 

El siguiente árbol genealógico es obra de López Asensio.

 

En este árbol, no obstante, no aparecen miembros de la familia de los cuales sólo conocemos el nombre ; así, entre 1281 y 1287,  aparece en Calatayud  Moshé Constantin; y  en 1371,  Bayel ( nacido entre 1340 y 1345 según López Asensio) a quien se le otorgó permiso del obispado de Tarazona para abrir un oratorio privado en su casa en Calatayud. Las autoridades de la aljama incluyen el oratorio de Bayel entre los edificios donde se podía rezar ,  “(…) la casa de don Baya Al-Constantin de por vida suya, pues es médico y va por la mañanas a visitar los enfermos y su casa está lejos de la sinagoga”. (En Calatayud llegó a haber nueve sinagogas)  Bayel, que moriría hacia 1406, también dejó huella en la historiografía por haber formulado una queja a Pedro IV porque los judíos de la aljama bilbilitana le imponían unas tasas de impuestos mayores que para el resto de judíos francos en la misma localidad.

Como ya dijimos, la familia era muy pudiente -propietaria de viñedos, prados y ganado- como demuestran los archivos con documentos de compra-venta de terrenos e inmuebles.  El más rico era Moshé Alconstanini, con 52 heredades, y además era una de las cinco familias judías que tenían servicio (que ejercía otro judío, pues por ley no podía ser sirviente de un judío un cristiano)

También hubo algún entuerto con la Inquisición.  Astruga, futura mujer de Moshé Alconstantini, hija de Jamila Alazar y de Samuel Suxen, familia prominente de Murviedro ( Sagunto) tenía un tío  convertido al cristianismo; en 1405 denuncia  a Astruga, a su madre Jamila y  a la tía de Jamila, sosteniendo que Astruga había vuelto al judaísmo, convencida por su madre y la tía de su madre, después que haber sido bautizada. Las tres mujeres son confinadas en la prisión episcopal durante meses; al final las salvara la reina María de Luna.   Tres años después la Inquisición intentará otra vez de poner en la cárcel a Jamila y a su tía, acusándolas otra vez de judaizantes.

Para los tiempos de la expulsión , los judíos bilbilitanos se dividen: un grupo embarca en  Tortosa,  rumbo a Nápoles, y otro va a Navarra . Los Alconstantini también se dividen:  Moshé y  familia van a Nápoles -y luego, algunos, a la isla de Creta;   su medio hermano, Bonafos, con su familia y su madre, a Navarra (según Gonzalo Maximo Borras Gualis: “Liquidación de los bienes de los judíos expulsados de la aljama de Calatayud”)

La liquidación de los bienes de Moshé  Constantini suma 18.375 sueldos, es decir casi el 40 % del total de la aljama. Además de una gran biblioteca inventariada, sobre medicina, religión, etc.  Moshé es uno de los tres últimos judíos en abandonar Calatayud, el 25 de julio de 1492.

Preciosa Santel, viuda  de Tradoz Constantin y sus hijos,  Bonafos (con sus hijos), y Delia (Dolça) son los que se van a Navarra, concretamente  a Tudela, desde donde cruzarán a Francia y después a Italia.  Dolça y sus hijos se quedaran en Italia, mientras que  Bonafos y familia pasan a Bulgaria y sus descendientes llegaran a Creta.

 Pero eso lo veremos en la tercera parte.

Bibliografía básica:

Ascoli, Luca, «La familia Alconstantini antes de la expulsión de 1492«