R. YITZJAK ABOHAV, GAÓN DE CASTILLA

Breve recuerdo biográfico del rabino que dirigía la yeshivá de Toledo en el momento de la expulsión y a cuyo nombre se edificó la más notoria sinagoga de Tsfat.


En la maravillosa ciudad santa y azul de Tsfat, en La Galilea, hay muchas sinagogas; pero de entre todas las emblemáticas, destaca la de Abohav. Uno de los motivos que singulariza a este espacio de asamblea hebrea es la confusión con el nombre de su fundador. Muchos creen, erróneamente, que el nombre se debe al redactor de Menorat Ha´Maor,  el candelabro iluminador , de Yitzjak Abohav, sefardí del S XIV, pero en realidad es de otro rabino homónimo,  aunque del S XV.

El  Ultimo Gaón de Castilla, Yitzjak Abohav, nació en 1433 y fue un sabio formado con Campantón,  que, como tal, presidía la yeshivá de Toledo en los años en que el mundo judío iba a vivir el trauma nacional de la expulsión de Sfarad. En ese momento, lo que hizo fue irse a Portugal, a pactar con el rey Juan II el asentamiento de los judíos castellanos en territorio luso. El se asentó en  OPORTO , donde siete meses después de haber llegado, viejo y cansado, además de sumamente impresionado por el estado de la cuestión, falleció.

En la sinagoga tsfatí  que lleva su nombre, sobre el muro que mira al sur, a Jerusalén,  hay tres hejalim. Es el único muro que sobrevivió al terremoto de 1837. En el de la derecha hay un Sefer Torá caligrafiado por él. Sólo se saca en Rosh Ha´Shaná, Kipur y Shavuot. El del centro es de un mekubal sefardí del S XVII, Soliman Ojana, de Fez. El del medio es ni más ni menos que la Genizá de la sinagoga. En el tikun de Shavuot de Tsfat este es el lugar más especialmente emblemático. También es la sinagoga que decoró la pionera del arte  isarelí, la sefardí SIONA TAYER, fundadora de la colonia artística tsfatí.

r.Yosef Caro, que sellará la era rabínica de los Roshonim en 1570 para dar comienzo a la era en la cual estamos nosotros hoy en día, cita bastantes veces al gaón de Castilla en su obra Beit Yosef.  Sin duda alguna conocía bien su obra: matizaciones a Rashi y al Rambán , interpretaciones talmúdicas, apostillas al libro Orej Jaim, o su obra más conocida, Najal Pishon, publicada en Constantinopla en 1538.

Muchos años después, en el S XVII, un descendiente suyo llevará su nombre, Yitzjak Abohav de Fonseca, de los portugueses que huyeron a Francia (murió en San Juan de Luz) El más antiguo Abohav del que se tiene noticia fue Abraham Abohav, que vivía en Aragón en 1263, y que recibió una torre del mismísimo Jaime I -es posible que sea la Torre de Altea, que el Conquistador repobló con judíos.