SINAGOGA DE AL BANDARA

 Una de las más antiguas sinagogas del mundo, incluso para algunos la más antigua de todas, corre el riesgo de ser destruida totalmente.


Según un reciente estudio del instituto británico  Jewish Cultural Heritage Initiative, el 45% del patrimonio judío ha sido destruido por la contienda civil que sufre el país. (En Irak es peor: sólo queda en pie el 115) Uno de esos importantes lugares del pasado judío en Sirio es la sinagoga de Al Bandara, la sinagoga principal de Arám Tsobá -que es como los judíos de esa ciudad llaman a la localidad de Jalab (en italiano, Aleppo)

La comunidad judía de Aám Tsobá se crea en tiempos del Regreso a Sión tras el Cautiverio de Babilonia, cuando algunos de los retornados de esa diáspora deciden quedarse en Jalab. Por eso algunos llaman a esta sinagoga La Antigua, refiriéndose a que habría sido la primera en construirse en todo el mundo. La sinagoga en cuestión no se sabe a ciencia cierta cuando fue fundada. La tradición dice haber sido construida por Yoav, el sobrino del Rey David, quien le nombró general de sus ejércitos y luchó contra Edom, Moab y Arám, que conquistó. (Samuel II, 8) No obstante, la más antigua referencia escrita que tenemos de ella es del año 834 dec. Por ese entonces se estaba componiendo en Tiberias el magnífico códice de Keter Aram Tsobá, quizás más conocido como CODEX ALEPO.

La Tevá del patio, para rezos en verano

En 1260 , el gran Jan de Mongolia, después de saquear por completo Bagdad, capturó Jalab, provocando un gran daño a la construcción del S IX. En 1375, David Bar Yehoshúa, tataranieto de HA´RAMBÁM decide abandonar Egipto para instalarse en Siria, y se lleva consigo el Keter Arám Tsobá, que permanacerá guardado celosamente en la sinagoga de Al Bandara hasta el S XX.  Hay que decir que al principio no habría sido así ya que la sinagoga en cuestión,  en  1418,  fue convertida en mezquita por el turco-mongol Timur. Volvió a ser sinagoga en el S XV. Y a principios del XVI, llegaron los sefardíes, que la agrandaron, construyendo todo el ala este.

Tenía siete Hejalím. Tres en el muro occidental, tres al meridional. Y uno al este, llamado La Cueva de Elías, en el que se guardó el Keter de Aram Tsobá durante cinco siglos como oro en paño, siendo el epicentro y orgullo de la comunidad. A día de hoy la comunidad se siente agraviada por no ser ellos quienes sigan guardando semejante tesoro, pues su salvaguarda era su mayor rasgo distintivo como comunidad. Los judíos de Aleppo siempre creyeron que el día que no guardaran el keter su comunidad sería destruida.

En 1946, Siria dejó de ser un protectorado francés. Pero para los judíos hay otro momento decisivo por aquel entonces.

Diciembre de 1947 es una fecha  que los judíos sirios no olvidarán jamás. Nada más producirse la votación por la partición de la Palestina, 745 judíos fueron asesinados -los heridos, por centenares. Diez sinagogas, cinco colegios y un hospicio , todas las tiendas y 150 hogares fueron destruidos. La pieza más preciada, el Keter, se salvó asegurando que había sido incendiada, pero estaba a salvo y fue sacada de Siria en 1958. Al día siguiente de la matanza, la mitad de la población decidió abandonar el lugar para radicarse principalmente en distintos lugares de América (México, Buenos Aires, Nueva York) y de Israel.

No hace mucho, gracias a la colaboración de  the Sephardic Heritage Museum y el rabino jefe de Siria, se comenzó a recuperar el cementerio de los judíos de Aram Tsobá.