TZDAKÁ

Un importante concepto del judaísmo, muchas veces mal entendido y otras tantas poco practicado.


 Quien persigue la Tsdaká y el Jesed, consigue Tsadká y Jesed

Provervios, 21, 21

 

 Según La Kabalá, la mejor explicación que existe del Universo  es concebirlo como un recipiente que,  a pesar de su inmensidad , no pudo contener la Luz Sagrada y estalló en mil pedazos: el Caos, el Tohu bo´bohu de los primeros versículos del Génesis. Para Nuestros Sabios de Bendita Memoria, mucho antes de ese «big ban»  teológico, esa rotura debe ser reparada mediante la práctica de un concepto denominado Tikún Olám, La Reparación Universal. Y esto se hace  mediante la ejecución de  preceptos halájicos: mitzvot.  Según sea el número de mitvot, así se acortaría el tiempo de la venida del Mesías.

Una de esas mitzvot -y de una importancia notable-  es la  práctica de la Justicia (social), o Tsdaká. Aunque en muchos textos escritos por personas que no conocen el Talmud así lo hagan, no debemos traducir este concepto como «caridad», porque  la Tsdaká no se parece ni de lejos  a ese concepto , ni el judaísmo utiliza -ni necesita usar-  la semántica cristiana. Tsdaká deriva del término hebreo Tsedek, Justicia (y rectitud)

 El concepto de Tzedaká se distingue del concepto de «caridad cristiana» en que  ésta última  es  practicada por el filántropo cuando  está en condiciones emocionales y económicas de  practicarlo, mientras que la Tzedaká es una obligación ordenada por  H´ a todos los judíos. Incluso una persona pobre no está  exenta  de este  precepto. De hecho, los  judíos pobres  también practican la Tsdaká, por aparentemente paradójico que parezca. Una persona caritativa es generosa, mientras que una persona que hace tsedaka es Justa.

  La Tzdaká es, en principio,  la provisión de asistencia, tanto  material  como moral, a todo aquel que lo necesitara ; parte de ella  se impone como un deber halájico, una mitzvá,  y parte se otorga de forma voluntaria, por misericorida.  En tanto que importante mitzvá DeOraita (por decreto de La Torá, no deRabanán, por decreto de los rabinos de la Mishná)   existen  muchas  normas alrededor de ella. Así mismo, y esto es algo que enlaza con lo anterior,  la preocupación por los pobres estableciendo organizaciones benéficas públicas ha jugado un papel central en la tradición judía y en la vida de la comunidad judía a lo largo de la historia.

Venid y ved: todo aquel que tiene riquezas y da Tzedaká a los pobres, y no presta con interés, es considerado como si observase todas las Mitzvot .
Midrash Shemot Rabá 31:4.

  Una de esas primeras leyes la encontramos en la Parashá de Mishpatím (Sefer de «Shemot), donde se nos cuenta que alguien hace un préstamo a un pobre no puede tomar en depósito su vestido , que es algo básico para la vida diaria de quien toma el préstamo.  En Dvarím, 15, 7 ,  el último Libro de La Torá, donde se resumen todas las leyes  anteriores,  también aparece otra de las fuentes primigenias del concepto.

  Ha´Rambám , al final de «Maestro de los avergonzados» (traducción literal de lo que la mayoría conoce en español  como «Guía de los Perplejos») , se define define la  Tzdaká como  » expresión derivada de  la justicia » (Tsedek)

  Y continua diciendo :

«La justicia es dar a todos los que tienen derecho lo que se merecen y dar a todos los que son de los que son según lo que se merecen. Pero en los libros de profecía, los deberes que se te imponen para con los demás, cuando existen, no se llaman  tsdaká  según el primer significado, porque si pagas al asalariado su salario o pagas tu deuda no se llama  tsdaká . Sin embargo, en los deberes que se te imponen hacia los demás por un buen grado de carácter, como la curación de la fractura de toda persona fracturada se les llama Tsdaká».

El mismo Rambám, en su «Mishné Torá» (que a grandes rasgos es un compendio resumido y organizado de lo ya expresado en La Torá, una «repetición») organiza el concepto en ocho niveles diferentes, basados en su grado de importancia.

Así, el primer nivel sería la Tsadaká preventiva, que ayuda al necesitado a largo plazo. Es la de mayor rango, pues provee de bienestar al necesitado durante mucho tiempo, no de manera puntual. Rambám la divide en cuatro formas: procurar empleo, asociarse con alguien en una empresa, hacer un préstamo, hacer una donación. En el segundo puesto, está la Tsadaká que consisite en dar algo  anónimamente,  sin conocer la identidad del receptor. Seguidamente, en el tercer nivel, estaría darlo conociendo al receptor. En el cuarto nivel aparece el hecho de hacer la donación anónima pero en público. El siguiente nivel, hacer la donación  a alguien que no lo ha pedido. El sexto nivel, donar en función de las posibilidades. El séptimo, dar por debajo de las posibilidades. Y por último, dar de mala manera, a regañadientes.

Ocasiones habituales en que el judío practica esta mitzvá son los días de regocijo, como la celebración de matrimonios o en Pésaj (invitando a un pobre al Leil Ha´Seder) pero también , por ejemplo, aportando a quien en Pesaj se dedica a la logística de Kimjá Dipasja ( en arameo, קמחא דפסחא, significa «Harina de Pesaj», es decir, harina para la elaboración de matzot (panes ácimos) para quien no puede hacerse cargo de los gastos de matzot y vinos kasher) Otra ocasión es Purim, con la mitzvá de Mishloaj manot, el envío de cestas con dulces y bebidas para que nadie quede sin celebrar tamaña ocasión de alegría para el pueblo judío.

¿Pero cómo es que el pobre judío practica también la Tsdaká? En El Talmud (Bavá Batrá, 10)  hay unos midrashím en el que se  menciona a  quien fue el nefasto gobernador romano de Judea en tiempos de Bar Kojvá: Tineos Rufus. Este gobernante decretó, entre otras cosas , que los judíos no pudieran realizar mitzvot como la de Brit Milá -tan fundamental en la idiosincrasia hebrea. En los midrashím mencionados se le recuerda también  por sus discusiones con Rabi Akivá, haciéndole preguntas que el romano consideraba podían ser embarazosas para el judío. Una de esas preguntas fue que , si Ha´Shem ama a los pobres, por qué les deja ser pobres y no les asiste. Rabí Akivá le respondió que los pobres también tienen una función: al asistirles, te favorecen la consecución de una mitzvá , es decir, te están facilitando las cosas en el Juicio Final, por lo tanto te están dando vida. (Ha´tsdaká taststil mimavet, La Tsedaka te librará de la muerte, Proverbios, 10) También el pobre te está ayudando a ti. Practicando la mitzvá de Tsdaká te haces más Justo, más tsadik. Por eso esta esta mitzvá en el mismo nivel que la tshuvá y la tfilá.  Y por eso Quien persigue la Tsdaká y el Jesed, consigue Tsadká y Jesed. 

“Alabado es quien está involucrado en la Mitzvá de Tzedaká todo el tiempo” (Tehilim -salmos-  106:3).