El puerto de la costa de la Península de Anatolia en el cual los sefardíes en la guerra del´14 vivieron una situación dantesca.
El andariego Benjamín de Tudela, en el S XII d.e.c., en su pionera guía comercial con los judíos del mundo, ya contaba que en el Estrecho de los Dardanelos -el antiguo Helesponto de los griegos- a tan sólo ciento treinta y cinco millas de Constantinopla, había una comunidad judía. Estos romaniotes, en 1361, quedaron bajo jurisdicción del Imperio Otomano, que se comprometió a protegerlos, y luego la gran mayoría pasaron a Constantinopla, donde acabaron por desaparecer como comunidad en 1453. Pero poco después, en 1492, llegaron los sefardíes.
Los sefardíes que arribaron a Kalipolis, la hermosa ciudad, (Gelibolu en turco) llegaban al punto donde había zarpado Alejandro Magno para su conquista de Asia. Y parece ser que eran de origen aragonés, pues hasta hoy mismo es tradición celebrar el Purim Zaragoza. Y también de Portugal, con la familia Ben Jabib, arraigada estirpe rabínica en el lugar.
Según datos censales de 1519, eran quince familias judías y dos solteros los que allí vivían junto a tres comerciantes judíos pero que eran de Constantinopla. Por algún motivo, al año siguiente ya son 23 familias. Y parece ser que acaudaladas, pues no estaban exentas de tributar al fisco otomano, como sí lo estaban las pocas romaniotes que quedaban. Judíos como Judah Ibn Sanghi o Ishai Moreno, ya en el S XVI se quejaban de grandes fatigas para poder pagar los impuestos a los que eran sometidos.
Las labores de los judíos de Galípoli eran comerciales -buhoneros- pero también había viticultores que comerciaban sus caldos en la capital del imperio de los otomanos, así como en Egipto, Edirne, Salónica -que la tenían enfrente.
Sinagogas, según Samuel ben-David , que visitó el puerto en 1641, había dos sinagogas, pero parece que la comunidad estaba unida bajo el liderazgo de un solo rabino, de origen tesalonicense, r. Meir de Boton, nacido en 1575, y que sirvió a la comunidad hasta 1649, año de su fallecimiento.
Algunos años más tarde, en 1666, las autoridades turcas encarcelaron al falso mesías Shabtai TZvi en la aledaña fortaleza de Abydos (llamada por los judíos MIGDAL OZ, «Torre de Fuerza») Su prisión hizo que Galipoli se convirtiera en un emergente centro de shabateismo, pero Abraham Cardozo, el charlatán profeta de esta herejía hebrea, natural de Medina de Río Seco, visitó la comunidad en 1682 , fue muy mal recibido por los judíos lugareños. Apellidos muy repetidos en los archivos de l´ Alliance Israelite UNiverselle: Abenhabib, Abenezra, Abulafia, Aldorotti, Arditti, Benbashat, Molina, Saragusi, Varon, Yojai…
Rabinos conocidos en el S XVII fueron Shimon Ibn Habib (fallecido en 1712), Ishai Almoni, fue el rabino comunitario entre los años de 1665-1690 y Rafael Ibn Habib. Otros rabinos y eruditos en el siglo XVII fueron Eliezer ha-Cohen, Joseph Sasson (n. 1570) y Nathan Gota. El presidente del tribunal rabínico, el av beit ha´din, de la comunidad a mediados del siglo XIX fue Rafael Jacob haLevi.
En el S XIX, la comunidad prosperó con el comercio, la artesanía y el funcionariado público. El rabino de la ciudad era r. Rafael Jaim Benjamín Peretz, quien fuera dayán en Constantinopla y que llegó a Gallipoli en 1878. Por sus escritos sabemos que la comunidad era pequeña y tenía que adoptar los reglamentos religiosos de la comunidad de la capital en casos especiales en que no se sabían cómo proceder. Otro rabino de la comunidad fue Ya´acov Ibn Jabib (fallecido en 1863). A fines del S XIX, el rabino David Pardo sirvió allí durante siete años.
De pronto, el 9 de agosto de 1912, un terremoto. No hubo víctimas, pero la judería, incluidas sus dos sinagogas, fueron destruidas. 2560 judíos quedaron desolados. Desaparecieron los negocios de vidrio y telas, cambistas y zapateros, comerciantes de tapices y granos, etc-.Se creó un comité local de socorro con algunos miembros de la comunidad judía local, el comité escolar y los «gabaím de las sinagogas, cuyos apellidos se encuentran en la lista de miembros de AIU de 1884: Semaya Aboulafia, Ya´acob Jasday, Ovadia Jabib, Jasdaí Jabib, Jaim Samarel, Abraham Eskenazi, Nessim Akrish, Behor Jahamoglou, Yedidya Ben-Altabev, David Mizitrano, Preciado Yojay, Gabriel Yohay, Sr. Yohay…
Y como las desgracias no vienen solas, ese mismo año estalló la Guerra de los Balcanes, donde el comité de auxilio también socorrió a los judíos sefardíes de Siria y Líbano que luchaban en el ejército del Imperio Otomano, y por las cuales Salónica pasó a ser territorio griego.
Y como no hay dos sin tres, después, la Gran Guerra que hoy conocemos como la Primera Guerra Mundial. Allí se llevó a cabo el 18 de marzo de 1915 la famosa batalla de Galípoli, de la cual se han escrito ríos de tinta y en la cual se da una singular circunstancia: judíos luchando a muerte contra judíos. Eso sería una especie de guerra civil. Por un lado, los judíos otomanos -aún no turcos- contra los alíados. Por otro, el ejército británico, con su batallón judío, creado por Jabotinsky y Trumpledor en Eretz Israel con el nombre de Mule Corps. ( expo sefardíes otomanos en la Primera Guerra) Lo dicho, judíos luchando contra judíos.
El 5 de julio de 1934 los judíos de Gallipoli sufrieron las consecuencias de una masacre por parte de la población musulmana -algo que no había ocurrido antes. El origen fue el antisemitismo de un político , un tal Atsız , conocido por simpatizar con la doctrina racista nazi. El gobierno de Mustafa Kemal no pudo detener estos eventos nefastos, pero se opuso fuertemente a la violencia. Se rumoreaba con que un rabino fue desnudado y arrastrado por las calles de manera vergonzosa mientras su hija era violada. Más de 15.000 judíos tuvieron que huir de la región para radicarse en Constantinopla, Rodas o Israel. Por no hablar de los que tenían dinero suficiente para pagarse un pasaje a Buenos Aires, Veracruz o Nueva York.
Como resultado de la emigración a Estambul y los Estados Unidos entre las dos guerras mundiales ( y posteriormente a Israel) el número de judíos en Gallipoli disminuyó. Dos de las tres sinagogas de la comunidad fueron incendiadas durante la Segunda Guerra Mundial. En 1948, había unos 400 judíos en Gallipoli, y en 1951, unos 200.
En 1977 los judíos de la ciudad eran solo 22 personas, de las cuales cuatro eran jóvenes. La última familia en abandonar Gallipoli fue la familia de Salomón y Roza Sivag’i (Pasi) que viven ahora en Ashdod, Israel. El único judío que aún vive en Gallipoli es Rami Sivag’i, el hijo de Salomón y Roza.
El cementerio judío de Gallipoli contiene 835 tumbas, de las cuales la más antigua es de 1540 y la más reciente es de 1986.