El Dr. David Gerbi, representante de la Organización Mundial de Judíos Libios (WOL) insta a la comunidad internacional no olvidar a los judíos libios.
El WOLJ llama a las autoridades internacionales, al Parlamento libio y al líder del gobierno de la ciudad de Benghazi, a respetar los derechos y el legado de los judíos libios , pidiendo sean tanto la herencia como los propios judíos salvaguardados por la nueva constitución, ya que durante los últimos 50 años los mismos han sido violados sistemáticamente.
Los judíos libios , propugna Gerbi, no sólo tienen el derecho de regresar a las ciudades natales de sus antepasados en Libia, visitarlas y orar por el recuerdo de sus seres queridos, sino también recibir de vuelta sus propiedades expoliadas e incluso exigir una compensación económica por las confiscaciones perpetradas a partir de 1967, cuando 5000 judíos libios se convirtieron de la noche a la mañana en refugiados en Italia, Estados Unidos, Inglaterra y otros países , así como a la ONU, a los cuales pide reconocer los derechos de los judíos libios.
Actualmente no hay judíos en Libia debido a la persecución, los pogromos, la intolerancia y el racismo, que obligaron a la comunidad judía a abandonar el país en cuando en Israel se desarrollaba la Guerra de Seis Días. Los refugiados judíos de ese momento han sido abandonados durante 50 años, sin que la comunidad internacional se acordara de ellos.
La historia de los judíos de Libia se remonta al siglo III a.e.c. y se desarrolla notablemente a través de la expulsión de los judíos de España . En 1931 eran unos 25.000 judíos, que era el 4% de la población libia. La norteamericana actual sólo es del 2%. Cuando Gadafi tomó el poder, sólo quedaban cien judíos en Libia. Y fue Gadafi quien realizó el expolio de todo lo que quedaba, prohibiendo volver a todos los que dadas las circunstancias se habían tenido que ir lejos de un país que aún hoy aman.
En 2002, el dr Gerbi fue el primer judío que recibió permiso para volver a visitar a una tía suya, Rina Debach, a la cual se llevó la familia consigo a su casa de Roma y donde murió 40 días después. Ella fue la última judía en abandonar Libia.
Posteriormente el Dr. Gerbi ha realizado varios viajes a Libia como parte de los esfuerzos de reconstrucción y reconciliación en nombre de la comunidad judía libia, actuando como representante de la Organización Mundial de Judíos Libios (WOLJ). En 2007, el gobierno de Libia le invitó a regresar en agradecimiento a sus esfuerzos por normalizar las relaciones entre Libia y EE. UU. Después de trabajar como voluntario en el Hospital psiquiátrico de Benghazi, comenzó a intentar restaurar la Sinagoga Dar Bishi , de Trípoli, que data de finales de la década de 1920, pero se ha deteriorado mucho con el tiempo. Fue detenido por la policía de Gadafi y deportado. Luego se entrevistaría con él en Roma y le pidió, sin éxito alguno, reconstruir al menos una sinagoga.
Durante su último viaje a Libia, en la primavera de 2011, se unió a los rebeldes anti-Gadafi como voluntario en el Hospital Psiquiátrico de Bengasi, donde entrenó a los rebeldes para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Libia debe convertirse en un país libre, justo y democrático, basado en el imperio de la ley, en el que todas las minorías de Libia, incluidos aquellos judíos obligados a huir, son bienvenidos de nuevo en la familia libia, sostiene el dr. Como Túnez, Marruecos, Egipto e Irán respetan a sus ciudadanos sin mezclar religión con política, esto debería suceder en Libia.