PARASHAT HA´SHAVÚA: «JUKAT»

Parashá: Jukat, חֻקַּת ‎ , Decreto.   Números 19:1–22:1. Haftará:  Jueces  11:1–33. Darshán: Morenu Verabenu, Ribí David Jananiá Pinto, shlita


“Allí murió Miriam, y fue
enterrada allí. Y no había
agua para la congregación, y
se juntaron contra Moshé y
contra Aharón” (Bamidbar
20:1-2).

Es necesario entender cuál es la relación que guarda Miriam Haneviá, la hermana de Aharón y de Moshé Rabenu, con el agua. ¿Por qué, con la muerte de Miriam, la congregación no tuvo agua para beber? Jazal dijeron que cuando los Hijos de Israel anduvieron cuarenta años por el desierto fueron acompañados por la fuente de agua en mérito de Miriam; y de esa fuente, bebieron agua. Por eso, se acostumbró llamar a esa fuente de agua “la fuente de Miriam”. Pero cuando falleció Miriam el flujo del agua se interrumpió y los Hijos de Israel no tuvieron de dónde beber.

Cuando Moshé Rabenu vio lo que sucedía, le rezó a Hakadosh Baruj Hu para que le diera agua al pueblo
para beber. Entonces, Hakadosh Baruj Hu le dijo:

“Toma la vara y reúne a la congregación, tú con tu
hermano Aharón, y hablad a la peña a la vista de ellos.
Ella dará su agua; así sacarás para ellos agua de la peña,
y darás de beber a la congregación y a sus bestias”.

Moshé tenía que hablarle a la peña y, de esa forma, fluiría agua para los Hijos de Israel. Esto resulta difícil de entender. Si Hakadosh Baruj Hu quería que Moshé Rabenu solo le hablara a la peña, ¿para qué le dijo que llevara la vara? Nuestros Sabios, de bendita memoria, dicen al respecto (Devarim Rabá 3:8) que sobre la vara estaba grabado el Nombre inefable de Hashem. Por ello, Hakadosh Baruj Hu le dijo que llevara la vara consigo, porque, a través del poder de la santidad de dicha vara, la peña iba a cobrar vidanuevamente e iba a proveer de agua a la congregación.

No obstante, Moshé Rabenu no se condujo como le indicó Hakadosh Baruj Hu. En lugar de hablarle, golpeó la peña con la vara, y hasta la golpeó una segunda vez. El Gaón, Ribí Yoram Abergel, zatzal, objetó al respecto que, al final de la parashá de Beshalaj, se relata que poco tiempo después de que los Hijos de Israel salieronde Egipto, llegaron a Refidim, y allí tampoco había agua potable, y Hakadosh Baruj Hu le dijo a Moshé Rabenu que llevara consigo la vara y golpeara la peña; de esa forma, fluiría agua de ella. Moshé así lo hizo y brotó agua para toda la congregación. Entonces, esto resulta difícil de comprender: en la parashá de Beshalaj Hakadosh Baruj Hu le ordenó a Moshé Rabenu que golpeara la peña para que brotara agua, ¿por qué en la parashá que nos ocupa, después del fallecimiento de Miriam, en el año cuarenta de la salida de Egipto, Hakadosh Baruj Hu fue meticuloso en que Moshé Rabenu le hablara a la peña y no la golpeara? ¡Y hasta lo castigó gravemente por la transgresión de haber golpeado la peña en lugar de hablarle!

Para esclarecer este tema, pensé que, a pesar de que en Egipto los Hijos de Israel habían presenciado los
milagros de Hashem, y que incluso al salir al desierto continuaron viendo aún más milagros, y vieron cómo Hashem Yitbaraj actuó de forma temible, aun así, ellos todavía estaban “cortos de respiración” por la esclavitud de Egipto de la cual recién habían salido, y como todavía no habían recibido la Torá aún no eran “garantes los unos de los otros”. Es por eso por lo que ellos no resistieron la prueba de la sed al llegar a Refidim; y como no encontraron agua, le clamaron a Moshé Rabenu y a Aharón. Y ya que la congregación estaba tan irritada, Moshé pensó que querían lapidarlo. Por eso, como aún no tenían Torá, Hakadosh Baruj Hu le dijo a Moshé Rabenu que golpeara la peña con la vara para que brotara el agua. Así como Hakadosh Baruj Hu había creado todo lo que existe con solo pronunciar palabras, los Hijos de Israel, por el contrario, carecían de los méritos para que el agua sugiera solo por medio de la palabra de Moshé Rabenu.

No obstante, en la partición del Mar Rojo, sucedió algo distinto. Con premeditación, Hakadosh Baruj Hu
le dijo a Moshé Rabenu que tomara la vara consigo y extendiera su mano sobre el mar, sin golpearlo con la vara, y sin siquiera hablarle. De esa forma, se partieron las aguas. Como Hakadosh Baruj Hu quiso mostrarles a los Hijos de Israel que Él había escogido a Moshé para que fuera el líder de toda la congregación de Israel, Moshé Rabenu tenía el poder y la habilidad personal de tomar las riendas del liderazgo. Todo lo que él hacía, lo hacía de acuerdo con la palabra de Hashem. Y Hakadosh Baruj Hu se encontraba a su lado siempre,a cada paso