Historia de un importante talmudista y su hijo, fundamentos de la era rabínica de los Rishonim
HA´JIDA , autor de la impresionante enciclopedia rabínica titulada «Shemot Ha´Gdolim» (Los Nombres de los Grandes) sostiene que una hija del RAMBÁM se desposó -o fue desposada-con un importante rabino de Colonia, en el país de los tudescos (así se llamaba en Sfarad, en la Edad Media, a los que habitaban en lo que hoy llamamos Alemania) Ese yerno de Maimónides se llamaba Yejiel Ben Uri; del ayuntamiento carnal de este rabino y esa hija del Rambán nació, en 1250, Asher Ben Yejiel, uno de los más prominentes rabinos del orbe askenazí medieval -pese a que técnicamente al ser hijo de sfaradiá, él era sefardí. Otros sostienen que esto no es cierto en absoluto, y dicen que era hijo de un rabino de Maguncia, llamado Eliezer ben Nathan, Ha´Rabán. (Este rabino existió pero no puede ser padre de Asher ben Yejiel por una simple discordancia cronológica.) Yejiel Ben Uri tuvo tres hijos, todos ellos grandes rabinos: Jaím Ben Yejiel, Eliezer ben Yejiel, Yehudá ben Yejiel y Asher Ben Yejiel. Nieto de Maimónides que no consta que llegara a conocer.
Asher ben Y. estudió con el marán de Roteburgo, la máxima autoridad rabínica del askenazismo de su época; pero éste fue acusado de preparar una huida masiva de judíos, por lo cual se impuso a la comunidad judía de Roteburgo una multa astronómica: 20.000 marcos. Asher se hizo cargo de la recogida de las donaciones para reunir la cantidad exigida; pero su maestro adujo que, puesto que según La Halajá, «los cautivos no son redimidos más allá de su semejanza» (Mishna, Tratado Guittin, Capítulo 4, 6) él no iba a pagar nada a ningún emperador por mucho qu lo exigiese y por mucho que amenazara. Y murió en la cárcel. Asher ben Yejiel le sucedió entonces en el cargo.
No mucho tiempo después -verano de 1286- se produjeron, por culpa de Rodolfo I, las matanzas de Rindfleisch: cerca de 146 comunidades judías fueron destruidas, arrasadas, y decenas de miles de judíos fueron asesinados. Ha´Rhash, nuestro Asher ben Yejiel, decidió abandonar el lugar, sabedor de la suerte que le esperaba en tanto presidente de la comunidad. Con este fin, envió a su cuarto hijo, Rabí Yehudá, a Sfarad, donde habría de buscar un lugar para vivir.. Fue así como llegó a la residencia de R. SHLOMO BEN ADERET: HA´RASHBA en Barcelona, que llamó a las comunidades sefardíes a tratarle con sumo respeto porque era una autoridad talmúdica. Y así fue.
Mas no se radicó en Barcelona, sino que aceptó la invitación de los judíos de Toledo para que se instalara en la ciudad. Por aquella época Toledo era un lugar sumamente atractivo, que ya había conocido el esplendor intelectual y cosmopolita de la época de Alfonso X El Sabio y su taller de traducción, donde los judíos jugaron un importante papel. Por aquel entonces, en Castilla, reinaba Fernando IV, que accedió a ltrono a la edad de nueve años, por lo que su madre, María de Molina, -esa manipuladora de entuertos- asumió la regencia para, de hecho, reinar. Fernando IV, que no gustaba de la política, tuvo como almojarife -ministro de economía- a un judío llamado Belorado que intentó por todos los medios anular la influencia de la reina madresobre su débil hijo. En este marco político llegó Asher ben Yejiel a Toledo.
Instalado a orillas del Tajo, presidió una prestigiosa yeshivá donde predicaba los problemas derivados del estudio de la filosofía frente a los beneficios del estudio de La Torá. Seguía el camino marcado por HA´RIF: R. YITZJAK BEN YA´AKOV ALFASI esto es, el del Rambám en MISHNE TORA y, ya en otra época, el que siguió r. Yosef Karo en el «SHULJÁN ARÚJ», las tres patas del trípode que sostiene la era rabínica de los Rishoním.
Una prueba elocuente de la importancia cosmopolita de esas yeshivot toledanas a principios del S XIV es la presencia de estudiantes venidos incluso de Rusia, en concreto uno también llamado Asher, y que dicen acabó muriendo años después en Sevilla, según la historiadora rica Amram-Cohen.
Falleció el 9 de jeshván de 5088 (1327-28 )
Pero su obra fue continuada por su hijo, Yaakov ben Asher, conocido como Baal Ha. Turím. También fue conocido por su ajetreada vida sentimental en Toledo, donde llegó siendo adolescente. No obstante era un intelectual concentrado en su obra magna: Arbaa turim, «Las Cuatro Filas» , que son las cuatro filas en que se ordenaban las piedras preciosa del pectoral del Sumo Sacerdote en el Templo de Jerusalén, simbolizando las Doce Tribus de Issrael. A cada fila de esas cuatro Ben Asher le dio un significado dentro del ordenamiento de vida judía según recopilaciones de Maimónides -a veces con errores gramaticales típicos de los judíos de askenaz- y de lo que aprendió de su padre. Fue un éxito desde el primer momento y de él se sirvió el mismo Caro para el Shulján Aruj. Las Cuatro Filas fue un auténtico éxito para la gente de su tiempo e inluso después, tras 1492, cuadno los sefardíes lo tenían como libro excepcional por el que guiar su espíritu. Aún hoy es una obra indespensable en todas las yeshivot del mundo.
A finales de su vida -dicen que se fue de Sfarad con vistas a radicarse en Eretz Israel. Pero según unos documentos que se descubrieron no hace tanto, vivió y murío en la isla de Kíos, hoy Grecia, y según otras versiones por Kíos sólo pasó, pero su tumba está a las afueras de Esmirna.
Bibliografía:
THE LIFE AND TIMES OF RABBI JUDAH BEN ASHER, GREENE, WALLACE MARTIN. Yeshiva University ProQuest Dissertations Publishing, 1979