Historia de una familia sefardí que dejó Turquía para radicarse en Italia y conseguir escapar de la Shoá de una manera admirable.
La familia de los Ventura -Benjamín, Sara y sus hijos- decidieron abandonar Turquía y, después de probar suerte en Grecia, llegaron a Ofida, un pequeño pueblo de la Italia apenina, encaramado en lo alto de una roca gigantesca que mira al Mar Adriático. Apenas son unos cinco mil habitantes. Pero muchos de ellos son descendientes de los Justos entre las Naciones que salvaron a judíos de perecer en la Shoá, y a través de la historia de la familia Ventura en Ofido, educan a sus niños en los valores de la solidaridad y la tolerancia y el amor al prójimo.
Benny Ventura, el nieto de Benjamin Ventura y el hijo de Marco Ventura, que fueron rescatados por los de Ofida , está entre asombrado y orgulloso porque su familia sea un modelo de educación.
El abuelo, d. Benjamin Ventura, nació en Turquía, en el seno de una familia sefardí. En los años 20, cuando se produce el proceso de intercambio de población entre Grecia y Turquía, tanto a él y como a su esposa Sarah se les obligó a convertirse en griegos. Y en Grecia tuvieron dos hijos, a los que llamaron Marcos y Ester. Pero la creciente tensión en Europa a fines de la década de 1930 provocó que los griegos exigieran la expulsión de la familia y en mitad de un noche de 1938 la policía se presentó en casa para comunicarles que debían abandonar territorio griego de inmediato, recuerda Esther Shamai Ventura. La familia pasó los próximos meses en una estación de tren porque ningún país estuvo de acuerdo en aceptarlos, vagaban entre estaciones de tren hasta que finalmente consiguieron subir a un barco italiano.
La familia Ventura llegó al puerto de Nápoles después de que Italia hubiera adoptado las leyes raciales, imitando a su aliada la Alemania nazi: discriminación y persecución, prohibición de trabajos en oficinas públicas, restricción de la propiedad, etc. Después de un tiempo, Benjamín -el pater familias- fue enviado al campo de concentración de Ferramonti di Terazia, que Mussolini había establecido en el verano de 1940. La familia no lo vio durante tres años, hasta que la familia se reuniera de nuevo en el pueblo de Ofida en 1943.
Los residentes de Ofida recibieron a la familia Ventura con un abrazo y gran simpatía. Eran los únicos judíos del pueblo y crecía de forma continua el peligro de la ocupación del norte de Italia por los alemanes; y el establecimiento de la «República Salo» – el gobierno títere de Mussolini bajo el régimen Nazi. Desde noviembre de 1943, los judíos se convirtieron por esas leyes en enemigos de estado y se dio comienzo a una cacería a gran escala para transferirlos a campos de concentración y exterminarlos en Auschwitz.
El día que los alemanes llegaron a la casa, Esther no lo olvida: » (…) y un día, en 1944, la plaza principal al lado de nuestra casa estaba llena de motocicletas y automóviles. Durante 10 días enteros, las fuerzas nazis se quedaron en la aldea buscando judíos. Cuando llegaron al edificio municipal en un intento por averiguar si había una familia judía en el pueblo, los funcionarios lo negaron. Estábamos todos en una habitación de nuestra casa; y en un momento dado, entró un soldado nazi y desplegó un gran mapa de Italia; nos quedamos allí, con gran temor, sin saber qué hacer. Mi padre decidió abandonar la habitación y el soldado sospechó del abuelo, pero el padre dijo que tenía una enfermedad de la piel.
Después del incidente, se decidió que el padre, Benjamín, dejaría la casa de la familia para esconderse en el cementerio del pueblo; enviaron a Ester a vivir al convento. Durante todo ese período, los residentes de la aldea se unieron a la familia judía, no solo para ocultar su identidad. Un vecino llamado Fides Talmonty , buen amigo del padre, y su padre, Adilano, dirigía un molino de construcción en el pueblo, y les suministraban sacos de harina para tener algo de comer. Camilo Talmonti, que era guardia en el cementerio del pueblo, escondió a Benjamín durante medio año dentro de su parcela familiar y le proporcionó comida.
Después, cuando los Ventura consiguieron llegar a Israel, los nietos crecieron conociendo la odisea de su familia. Marco mantuvo siempre contacto con el pueblo y con sus amigos de Ofida, pero falleció en 2004. Su hijo,en 2014 recibió una invitación para presidir la ceremonia del Jardín de los Justos en Ofida . Su abuelo era un héroe local, tal como le había contado su padre. No todos los italianos eran colaboradores del nazismo a través del fascismo.
Hace unos años, estudiantes de una escuela del pueblo comenzaron a preguntar por Ofida durante la Segunda Guerra Mundial; cuando conocieron la historia de la familia Ventura, decidieron hacer algo: pidieron al consejo municipal que celebrara un evento conmemorativo para la familia Ventura y los Justos de las Naciones que lo salvaron.
Benny Ventura viajó con su esposa a Ofida para contarles a los residentes el testimonio que su padre había dejado en Yad Vashem. En la víspera de la ceremonia de inauguración de la guardería en memoria de la familia, el emisario y Justo entre las Naciones, comió con Anna y Pappa Telemotti, la familia de Fides . Lloraron mientras traducían para ellos lo que tenían que decirse como «primos».