ZAKI ALJADEF

Historia del asesinato del  primer alcalde de Eretz Israel, aún en tiempos del Mandato Británico.


La séptima noche del mes de tisré  del año 5699 -2 de octubre de 1938- el espanto de la sangre derramada cubrió el barrio de Kiriat Shmuel en Tiberias. 19 judíos fueron asesinados por una turbamulta de árabes . De esos judíos asesinados porque sí,  once eran niños -algunos de ellos bebés-  y así lo informan los archivos de la O.N.U.

Kiriat Shmuel, al norte de la Ciudad Vieja de Tiberias, es un lugar especial en la Historia de Israel. A  principios de los años ´20 del siglo anterior -al fin de la Guerra Mundial, al fin del Imperio Otomano y al principio del Mandato Británico-   יק»א, la Jewish Colonization Asociation, creada por el barón Hirsch, compró 100.000 hectáreas de tierra entre Tsfat y Tiberias. Y es así como nace el proyecto de levantar el barrio de Kiriat Shmuel, que es así llamado por su inagurador, el Jefe del Mandato Británico en Palestina, mr. Samuel Hebert. Viviendas para dos mil judíos, sinagoga, mikve, hospital, colegio y zoco formaron el barrio, que fue uno de los primeros en  tener electricidad en Tiberias.

 De pronto, a las nueve de la noche de aquel día de octubre de 1938, comenzaron a oirse por todos lados los estruendos de las armas de fuego. Una banda de unos 70 árabes entró en la ciudad por el nordeste y se dividió en dos: unos fueron para el ayuntamiento y otros hacia Kiriat Shmuel. No había ni nada ni nadie que los pudiera detener: irrumpieron en las casas con violencia y en una de ellas asesinaron a sangre fría a los cinco hijos de una familia y a la madre, ante la locura del padre , testigo ocular. Otras casas fueron incendiadas. En otra casa fueron asesinados los cuatros miembros de la familia. Entraron en la sinagoga a pesar de que el shamash quiso impedirlo. Fue asesinado meintras abrazaba el Sefer Torá para impedir que lo quemaran.  El pánico era general. En cuarenta minutos de masacre todo era horror. En Tiberias sólo había 36 efectivos de la Haganá (lit. «denfensa») Dos de los setenta terroristas fueron neutralizados al salir de la ciudad.

Unos días después, enardecidos por sus acciones, quisieron rematar el acto terrorista y asesinaron al alcalde de Tiberias: Zaki Alhadef, el primer alcalde judío de una ciudad judía en el proceso de recuperación de la soberanía israelí , perdida en el año 70 d.e.c. con los romanos.

 La familia Alhadef, que traza sus ancestros hasta los expulsos de la corona castellano-aragonesa, se asentó en la isla de Rodas cuando ésta fue conquistada por los otomanos. Pero en 1740, una época muy difícil para ello, los Alhadef abandonaron el Egeo para radicarse en Tiberias, que entonces estaba experimentando un renacimiento gracias a r. Jaím Abulafia. (vid.  EL RENACIMIENTO DE TIBERIA) 

 El abuelo de Zaki Aljadef fue el rabino Aarón bejor Aljadef, que fue el jajám bashi de Tiberia. El padre, r Meir Baal Ha´Nes (el milagroso)  fue el presidente de la yeshivá principal de Tiberias, así como presidente del comité de los sefardíes, casado con la hija de r Yaakob Shaltiel Ninio, padres de Zaki.

El padre

 Zaki, nacido en 1890, después de los correspondientes estudios de Talmud Torá, alternados con los de l ´Alliance, se dedicó al comercio y no a la teología. Pero su negocio no estaba en Tiberia, sino en la cercana Beit Shean -hoy feudo de sefardíes marroquíes. Allí fue donde empezó a desempeñar cargos políticos como representante de los sefardíes. Al estallar la Gran Guerra -la del ´14- retornó a Tiberias. Por esa épcoa su preocupación y ocupación fue la asistencia a los refugiados de Tel Aviv y las ciudades de la costa, que el Mandato Británcio mandó a Tiberia en muchos casos. (A otros los mandó a Damasco)

En 1928, fue elegido alcalde de Tiberia, cosa no vista en Eretz Israel hasta entonces. Fue el que llevó la electricidad a la ciudad. También se ocupó de adecentar las vías públicas. Participó en la creación del barrio de Kiryat Shmuel y fue fundador del primer hotel de Jamat Tiberias. Firmó una tregua con los árabes diciendo que mientras él viviera ni un sólo árabese atrevería a levantar la mano contra un judío.

 El hijo de un propietario de un restaurante de Tiberia le disparó a plena luz del día en la calle. A los dos días, Aljadef murió de las heridas en el hospital. El asesino fue detenido en la cárcel de Ako y condenado a pena de muerte.

Hubo que esperar al año 2009 para que el primer alcalde de Tiberia tuviera a su nombre y a su recuerdo la calle principal, con un monumento que habla de su total entrega por la ciudad.